Mensajes, fotos sugestivas, videos eróticos, son parte de las alternativas que exploramos cuando de cibersexo se trata….
La tecnología ha irrumpido en algo tan íntimo como el sexo y mucha gente lo está adoptando abiertamente, les contamos los riesgos que puede representar para quienes lo practican….
La tecnología y los dispositivos que nos rodean también influyen en nuestros comportamientos sexuales.
El cibersexo es cuando dos o más personas practican fingen que están teniendo relaciones sexuales al través de redes informáticas y dispositivos.
Son principalmente los jóvenes de entre los 15 y 24 años de edad, los que realizan esta actividad y en su mayoría no lo perciben como una un problema o una conducta sexualmente arriesgada
Algunas de estas prácticas incluyen el Sexting sexteo o sextear que es el intercambio de mensajes eróticos con el fin de estimular sus deseos y fantasías sexuales.
Esta práctica incluye el envió de los denominados “Cromos” o fotos sexuales que pueden ser incluso explícitas.
Conversaciones en video donde los participantes solicitan una alta exposición del cuerpo de las personas, también es parte del cibersexo.
Estas prácticas que son naturales para las nuevas generaciones también tienen sus riesgos…
Cuando enviamos imágenes digitales a través de los dispositivos perdemos el control de las mismas y no sabemos donde van a terminar.
Con estas imágenes y videos personas inescrupulosas chantajean y tratan de mantener a sus víctimas bajo control.
Ante esto podemos realizar las siguientes recomendaciones: La mejor foto explícita es la que no se hace es decir no realice y comparta fotos con las personas por más confianza que tenga en ellas.
No confíe en personas que no conoce, en las redes es fácil hacerse pasar por otra persona .
Las fotos que suba a sus perfiles de redes sociales no deben emular poses sexuales ni mostrar partes de su cuerpo expuestas total o parcialmente.
Si conoce que alguien ya es víctima de acoso sexual por las redes brinde su apoyo ya que puede presentar ansiedad, depresión, pérdida de autoestima, trauma, humillación y aislamiento social.
Si no queremos que nuestras imágenes terminen en un foro público de pornografía debemos tener cuidado al compartirlas o mejor no enviarlas, la práctica de cibersexo es habitual en los jóvenes de ahí que es importante advertir sobre sus riesgos.