El crecimiento de este delito informático se debe a que hoy el acto ilícito es global, pero las respuestas de las autoridades son locales. A la fecha no hay una legislación adecuada que permita actuar entre otros países y fomentar la colaboración internacional.
Ante la falta adecuada de políticas y requerimientos legales para que las entidades bancarias y otros negocios protejan la información de sus clientes.
“Hoy por hoy, los sectores más afectados por estos ataques son la banca y finanzas, retail, educación y comercio”, comenta Philip Zimmermann, un activista de los derechos humanos, que creo PGP (Pretty Good Privacy), un paquete para la encripción de comunicaciones, con el fin de proteger la privacidad frente a las intromisiones ilegales de algunos gobiernos durante la guerra fría.
Zimmermann, quién además participo en los anteriores Information Security Trends Meeting 2010 realizados por Digiware en su versión Colombia y Perú, señala que los países deberían tener una legislación coherente, específica y fomentar la colaboración internacional para combatir las mafias que se están formando en el cibercrimen; “demasiados intereses impiden una buena acción contra los infractores". Por ello, el creador del PGP subraya que ahora uno de los elementos clave de la seguridad en esta época de comunicaciones globales es la encriptación de la información. “La encriptación no solo es útil para la transmisión de la información sino, también, para su almacenamiento”, dice Zimmermann. “¿Cuál es la mayor pérdida cuando le roban la portátil? La perdida de la información y el uso que pueden hacer de ella; si está encriptada, es inútil para otros. Muchos accesos indebidos a un centro de cómputo se frustran por la encripción de la información”.