Prevención del fraude informático

El delito informático crece en América Latina, según una encuesta de fraude global, con solo un 11% de muestreo, se identificó el robo de identidad de usuarios financieros como el principal fraude informático en la región. A nivel mundial, la mayoría de los fraudes lo realizan personas cercanas, es decir usuarios, clientes y proveedores, que conocen las vulnerabilidades y roban con mayor facilidad la información. 

Según Ramiro Merchán, Vicepresidente de Consultoria de DIGIWARE, el delito informático evolucionó y si  antes era usual los robos de activos físicos, en la actualidad es más común el robo de información usada para fines delictivos debido a los bajos niveles de seguridad que tienen las empresas y los usuarios comunes. 

En los fraudes informáticos se explotan las vulnerabilidades, es decir la información que  deja un usuario  a manera de huella y que es recabada por los hackers para establecer el perfil de las posibles víctimas y atacarlos. Tanto las empresas como los usuarios dejan información en la red sin protección, creyendo que no pueden convertirse en víctimas potenciales. Cada computadora tiene una dirección en el mundo, y existen herramientas que permiten indagar vulnerabilidades de las direcciones que son atractivas para el ataque, así es posible averiguar cuentas, uso de aplicaciones y rastrear a las víctimas. 

Otro de los temas importantes según Merchán, es que los atacantes ya no requieren una tecnología  para cometer fraudes, sino que lo hacen mediante preguntas, técnicas de ingeniería social, espiando datos que dejen en el computador. Así como a través de redes sociales, correo electrónico o transacciones bancarias.

La principal recomendación que da Ramiro Merchán, es que los usuarios tengan conciencia de la necesidad de proteger la información, así como adoptar y utilizar adecuadas soluciones de protección.  Y en el caso de las empresas, se recomienda controlar el perfile de las personas que  trabajan en una empresa y segregar funciones, ya que muchas veces una sola persona está encargada de diversos procesos y así se vuelve más vulnerables al robo de datos.