2.000 campuseros, un solo objetivo: vivir al máximo la tecnología

Una larga fila de jóvenes con mochila en mano y computadoras de diferentes tamaños, esperaban ansiosos en la explanada del Centro de Exposiciones Mitad del Mundo (CEMEXPO), para ingresar a lo que sería su hogar por cinco días.

Las carpas, mesas, cables y el conocido OVNI – el gran cerebro tecnológico- ya estaban instalados y esperando el ingreso de los campuseros. 250 personas formaron parte de la producción del evento y junto a 130 voluntarios en distintas áreas técnicas, esperaban el inicio del evento. El Campus Party Quito, se realizó del 19 al 23 de Octubre en la Mitad del Mundo. 

Mientras la fila crecía y varios jóvenes de diferentes edades esperaban, otros ya obtenían su tarjeta de identificación, otros reconocían su carpa y otros tantos empezaban a instalarse en las mesas. Mensajes en Facebook y Twitter con fotografías y las primeras impresiones empezaron a circular con el #cpquito en la red. 

El Campus Party Quito, el mayor evento de tecnología realizado en el país, dio inicio oficialmente en la noche del miércoles, con la presentación del grupo ecuatoriano Tomback. Así empezó esta fiesta tecnológica donde participaron 2.000 campuseros, entre ellos el 75% hombres y el 25% mujeres de diferentes edades y provincias del país. 

El gran salón de la ciencia y tecnología

 

El ingreso y salida obligatoria para todo campusero, consistía en pasar por una máquina  registradora. Si su imagen y el código del equipo correspondían, estaban adentro. Al ingresar, una enorme sala se abría ante ellos. Mesas copadas con computadoras de todos los tamaños, marcas y colores, pequeñas salas con puffs blancos, geeks caminando de un sitio a otro, cuencanos, guayaquileños, quiteños y más compartiendo una misma pasión, la tecnología, bajo un mismo techo. 

Cientos de jóvenes realizaban un sinfín de actividades aprovechando la conectividad de 3 Gigabites, 3 mil veces superior a lo que se navega en un hogar. Juegos, videoconferencias, diseño, programación, redes sociales, películas y series, etc. En las mesas el movimiento era impresionante. 

Chicos moddiando computadoras, haciendo  diseños, armando robots o probando consolas de video juegos. Incluso, un grupo sentado cerca de la Zona Ocio, se dedicaba a pintar pedazos de madera con temperas y a modelar figuras con plastilina. En el CP Quito, había espacio para todo. 

Mientras en las mesas los campuseros vivían su propio Campus Party, se realizaban simultáneamente conferencias magistrales y al menos hubo más de 215 actividades entre talleres y concursos en varios temas como Social Media, Biomedicina, Teleinformática, Robótica, Software Libre y Desarrollo de Software. Fueron 5 días y 250 horas de contenidos,  actividades, retos y concursos en las que participaron 130 ponentes de talla internacional y nacional. 

Las cuatro zonas: Innovación, Creatividad/Cultura Digital, Ciencia y Ocio Digital,  se distribuían en las cuatro esquinas de CEMEXPO, concentrando a los campuseros según su interés. Con gran público y en otros casos, más modesto, las conferencias empezaban una tras otra con diversos temas. 

Sin embargo, el escenario principal se llenaba cada vez que era hora de una de las cuatro conferencias magistrales. Un movimiento silencioso e inesperado conducía a los chicos y chicas hasta el centro de CEMEXPO. Expectantes, ocupaban hasta el espacio menos esperado para poder escuchar y observar a personajes como la leyenda del hacking Kevin Mitnick (con un poco de problemas por la falta de traducción al español), el primer cyborg Neil Harbisson, el activista de la Internet Polkan García y el bloggero ecuatoriano Eduardo Arcos

El Campus Party estuvo dividido en dos ambientes. La parte “abierta” al público en general, que se encontraba al otro extremo de CEMEXPO, recibió 31.235 visitas. Para llegar había que dar un rodeo hasta toparse con la gran explanada. Allí, cientos de personas, entre estudiantes de escuelas, colegios,  universidades y más, visitaron los stands de los auspiciantes y expositores y aprendieron sobre tecnología. 

Sin duda, lo que más llamó la atención, fueron los 2.060 “Bautizos Digitales” organizados por el Municipio de Quito, donde en más de 100 computadoras, ancianos, hombres, mujeres y niños que no habían tenido acceso a la tecnología, aprendieron a manejarla y obtuvieron un diploma. 

 

Las frías noches quiteñas en el CPQUITO

 

Quien lo veía por fuera, pensaba inmediatamente que era un enorme invernadero. Sin embargo, bajo la gigantesca cubierta de plástico se alojaban las 1.000 carpas simples y dobles donde dormirían 1.081 campuseros. 

Una seguida de otra, las carpas azules se convirtieron en pequeños barrios. Divido por sectores, quizás sin dar cuenta, se podía identificar a campuseros de Cuenca, de Manabí o del norte del país. Y es que, el 56% de los campuseros eran de Pichincha, el 23 % de Guayas, el 5% de Azuay; el 3% de Loja, 2% de Tungurahua, 2% de  Chimborazo, y el 9% del resto de provincias. 

‘Qué el clima no se decidía’, era una idea común entre los campistas. Mañanas con extremo calor, tardes frías y madrugadas casi polares fueron una constante en Quito. Las carpas no sólo sirvieron para dormir. Unas se convirtieron en una especie de pequeñas bodegas donde se guardaban las pertenencias de varias personas. Otras, eran improvisados tendederos de ropa para secar las toallas y otros parecían pequeñas recámaras con un sinfín de cosas dentro. 

Eso sí, mientras las noches fueron difícil de llevar, sobre todo porque en el pequeño espacio se podía escuchar a los vecinos roncar, reír o conversar. Espacios como las duchas y baños estuvieron bien adecuados, según testimonio de los mismos campuseros. 

Y mientras en las mañanas se vivía todo un mundo de tecnología, las noches servían para la diversión. Guerra de puffs, carrera con sleepings, bailes, música y karaoke geek. Sólo los campuseros saben cuánto se divirtieron compartiendo con tanta gente. 

El fin del Campus Party llegó el domingo a medio día. Ese día se realizó la premiación de los diversos retos y concursos organizados por empresas y el municipio, que en total sumaron premios de 15 mil dólares en efectivo y pasantías en empresas privadas.

Atrás fue quedando, el recuerdo de las conferencias, de personajes como el Cybercuy de Inti Condo, de Francisco Basantes con Alfa Rex, y las innovaciones como el Kit para impresora en Braile o el Magic Cubelas. Así tambíen las malas noches entre el frío y la diversión, los nuevos contactos en el Facebook y las ganas de que un evento así, se repita próximamente. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *